Comienza una nueva etapa mundial

Desde hace un milenio, un crecimiento de tipo exportador ha sido la regla cada vez que una población educable y de bajos salarios empezaba a imitar la tecnología de naciones más avanzadas y luego competía con ellas, asegura el premio Nobel Paul Samuelson. Y vaticina : “Estamos asistiendo al comienzo de una nueva época en la cual la potencia de China volverá cada vez más obsoleto el predominio estadounidense de los años 1950-2009”.

PorPaul A. Samuelson Premio Nobel de Economía 1970

La apabullante victoria electoral del presidente Barack Obama en 2008 evitó una debacle financiera mundial. Si hubiera ganado la elección el senador republicano John McCain, el actual PBI de los Estados Unidos sería aún más bajo de lo que es: ¡más del 15% menor! Y también se hubieran producido pérdidas similares de competitividad mundial.
Saludemos la flexibilidad del presidente de la Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, y del Banco Central Europeo al abrazar políticas de activismo fiscal por primera vez desde el New Deal de Franklin D. Roosevelt.

El ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan y los gobernadores de los bancos centrales de Europa no adoptaron las políticas preventivas que podrían haber evitado el grueso del actual desastre. Esos caciques creyeron falsamente que el capitalismo desregulado podía eludir el proyectil de la recesión. Esa creencia era errónea, como se vio en todas partes.

La elección presidencial estadounidense del 2008 puso fin a las torpezas del gobierno de Bush y a otras iniciativas post-Reagan de “hacer que la clase baja y la clase media subsidien a los ultramillonarios”. Todas estas prácticas son inmorales y no justificadas por una mayor eficiencia de crecimiento.

Iniciamos una nueva era en la que China volverá cada vez más obsoleto el liderazgo mundial que tuvo Estados Unidos entre 1950 y 2009. Sus hijos y mis nietos vivirán en esta nueva era, llena de desafíos. Veremos a China alcanzar y superar a Japón como segunda economía mundial en términos de PBI total, detrás de EEUU.

Entonces, a menos que explote el régimen unipartidario en China, seguramente llegará el día en que el PBI real total del gigante asiático supere al de los Estados Unidos. Podremos llorar un mar de lágrimas, pero es la expectativa razonable.

Y no hay que esperar una rotación suave de los marcadores de tendencias mundiales. Lo más probable es que en la próxima década de 2010-2020 haya una corrida generalizada contra el dólar.

¿Por qué? Porque desde el año 1000 d.C., el crecimiento liderado por las exportaciones ha sido la regla siempre que una población educable y de bajos salarios comienza a imitar la tecnología de una nación más avanzada, y así deja fuera de competencia a las industrias de regiones ricas.

En EE.UU., Atlanta captó buena parte de la producción automotriz de Detroit. Así fue y será. Cuando una población educable y de bajos ingresos es capaz de imitar la tecnología de una más desarrollada, lo hará. Por ello, el proteccionismo es como un herpes persistente del que hay que protegerse.

Ultimamemente he llegado a temer que la corrida inevitable y desordenada contra el dólar ocurrirá antes de lo que pensaba. Espero equivocarme. Muchas veces en siete décadas como docente de economía y autor de libros estuve equivocado. Pero no olvide el lector dónde leyó todo esto por primera vez. Como decían los griegos clásicos: “no mate al mensajero que le trae malas noticias”.

Tengo una recomendación positiva que podría reducir los peligros señalados más arriba e incluso dilatarlos a un futuro más lejano. Recomiendo a los muchos que invierten en bienes en dólares con un retorno de interés de casi cero pasarse rápido a un portafolio diversificado que devengue rendimientos promedio más altos en todo el mundo.

En una columna muy citada que hice para Newsweek hace algunos años, escribí sobre esto con el título: “Consejo para un jeque”. Allí hice referencia a lo que acabo de aconsejar. También, junto con el extinto profesor Warren Law, de la Escuela de Negocios de Harvard, viajamos a Noruega a hacer una presentación similar.

Gracias al avance de la ciencia y de la ingeniería, las economías mixtas de centro hoy pueden esperar una mayor longevidad con una buena calidad de vida. Antes del 1700 d.C., era imposible. La nueva realidad es que los caucásicos blancos son una minoría dentro de la población mundial. La gente de color es la mayoría y cada vez tendrá una posición más dominante.
Le recomiendo readaptarse a estas nuevas verdades permanentes. No espere revertir las tendencias básicas. Amóldese a la realidad lo antes posible. Se han ido para siempre –espero– las idioteces del egoísmo neoliberal de Friedman-Hayek.

Cuando tenía 16 años y empecé a estudiar economía, Carlyle tenía razón en denominar a la economía “la ciencia deprimente”. Gracias a la ciencia moderna y a la mejor comprensión de la economía, esta maldición maltusiana fue derrotada. La buena economía moderna convierte a la economía en “la ciencia esperanzadora”.

(c) Tribune Media Services

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